Arrancamos el año poniendo sobre la mesa, y muy en serio, mi lista de propósitos. Esa que tiene pues lo típico, ir más al gimnasio, bajar el consumo de Coca Cola, y digo bajar y no cesar porque este es uno de los propósitos repetidos en la última década y siempre ha fracasado así que seré más realista, con bajar el consumo ya me daría por satisfecha.

Seguimos con ver más a la familia, que como sabes que siempre están ahí pues no les presta, a veces, la atención necesaria, otro es no salir nunca más tarde de las nueve del estudio, este es de los más difíciles porque muchas veces me dan las once retocando, preparando decorados, entregas…

Tengo que organizar mejor mi tiempo productivo, ahí va otro más. Pero es que es muy difícil cuando estás sola gestionando tu tiempo, al final lo guay que puede parecer no tener horario se convierte en un horario continuo, ininterrumpido y… ¡permanente!

Bueno pues en la lista, que parece interminable de buenos propósitos también está poner al día mi blog… Allá vamos. Esta primera entrada trata de las sesiones navideñas de fotografía infantil, de cómo se preparan, de todo lo necesario y, cómo no, ¡del resultado!

Sesiones navideñas de fotografía infantil

Empecé a hacer este tipo de sesiones navideñas hará unos cinco años, al principio solo era poner algún motivo navideño en las fotos, como acompañando, un gorrito, unas bolas bien brillantes… Pero poco a poco, y sobre todo en los últimos años, se ha convertido en un reto. Creo que todos los fotógrafos que nos dedicamos a esto invertimos muchísimas horas de sueño a dibujar, crear, borrar y volver a pensar como sería un decorado ideal…

La gran mayoría de las familias que vienen a las sesiones de Navidad son clientes conocidos, que ya han hecho otras sesiones, así que me debo a ellos para dar lo mejor en todas las sesiones y más en estas, porque esas fotos van con todo el cariño a familiares, con deseos de buenas intenciones, esperanzas e ilusiones. Son sesiones especiales y tienen que ser únicas y, cada año, diferentes.

Yo no tengo un estudio enorme, así que el espacio condiciona bastante a la hora de montar decorados, no sólo se necesita el espacio para el montaje, ya que hemos de colocar focos, entradas de luz, perspectivas, todo hay que tenerlo en cuenta a la hora de escoger los materiales y el decorado para que luzca lo máximo posible.

Los que me conocéis, y conocéis el estudio, ya habéis visto esa fantástica pared que seguro hemos usado en alguna de vuestras sesiones. Esa pared, marrón texturizada, fue de “Inercia”, de Manuel Carrasco, y lo cierto es que me enamoré, tanto de su belleza como del juego que da.

Me declaro también fan de los tonos tierra y de todas las tonalidades que nos brinda el otoño: marrones, ocres, naranjas, colores con los que esta pared luce perfecta. Por ello quería utilizarla, combinando con el navideño color rojo.

Esa fue la primera decisión, a partir de ahí hay que desarrollar la idea, que cobre vida. Este año he tenido la suerte de conocer a Mar, de Florsandgo, y hemos empezado a colaborar en algunas sesiones, ella tiene un Atelier fantástico de flores, ¡a mí que me encantan las flores y los colores os podéis imaginar! El próximo post tratará de esta colaboración, que ha sido y espero que siga siendo fantástica.

Hablando con Mar decidimos montar un decorado conjunto y el resultado la verdad es que me encantó. Quería algo diferente, nada de brillos ni bolas, nada demasiado rimbombante, con elementos naturales. Mar me presentó varias opciones y, fue amor a primera vista, me enseñó unos árboles, de troncos secos, me encantaron, y el toque navideño lo daría el color rojo de manzanas, troncos de leña… Lo montamos con muchísimo cariño, pero faltaba algo navideño de verdad.

Me acuerdo del día en que me desperté a las tres de la mañana, lo tenía claro, un buzón, un buzón donde los peques que vengan a las sesiones puedan poner su carta a los Reyes Magos o a Papá Noel, cartas rojas, con una letra preciosa. Y además es un recurso perfecto para que los peques entren en el juego y en la magia de la Navidad, y así participen en la sesión de una manera activa.

El resultado fue mucho mejor de lo que esperaba, ¿no te parece?

Pero siempre monto un par de decorados para que las familias puedan elegir cuál les gusta más, decidan si atraverse con los dos. En este segundo lo tenía claro: mucha nieve y, claro está, un gran muñeco de nieve sería junto a los peques el gran protagonista, así que tocaba ponerse con las manualidades.

Esta parte me encanta, la de ir a comprar todo lo necesario y trabajar con las manos. Así que dos días antes de que empezaran las sesiones comenzó el montaje, lo tenía todo listo pero algo faltaba.. El fondo no quedaba como esperaba así que me pasé toda la noche pintando la paredes para dotarle de un aire inviernal, de bosque nevado, y el resultado fue blanco y dulce, con una gran manta de nieve donde los peques se lo pasaron pipa. Ha habido muñecos de nieve, princesas, renos, hadas… sobretodo ha habido mucha magia, en unas sesiones donde los absolutos protagonistas son los más peques que nos han regalado momentos inolvidables jugando con el decorado y llenando de ilusión y sonrisas el estudio.

Y a ti, ¿qué decorado de fotografía infantil navideña te gusta más?

Ya tengo en mente los decorados de año que viene… van a ser una pasada. Os espero para seguir formando parte de la magia de la Navidad… ¡creando imágenes únicas!